
A lo largo del proceso de fabricación, la planta está aplicando las mejores técnicas que permiten un personal competente y calificado para preparar el pescado, de acuerdo con sus propiedades naturales inherentes.
Las pruebas, realizadas en el laboratorio para medir las cualidades organolépticas y nutricionales de los productos.
Por último, el embalaje en lata se comprueba para garantizar la máxima seguridad de los consumidores.